El Norte de Castilla, 28/4/2013.- María José Salgueiro Cortiñas (Vivero, Lugo) es una veterana de la Administración. Por su trabajo (funcionaria del cuerpo técnico superior) y por sus responsabilidades políticas: ha sido consejera de Presidencia y Administración, de Cultura y Turismo y presidenta del Consejo Consultivo. Es la mano derecha del consejero José Antonio de Santiago-Juárez para sacar adelante el proyecto de mayor envergadura de la legislatura, el nuevo modelo de ordenación del territorio.
–¿Por qué la gente entiende a la primera si le hablan de asistencia sanitaria y no ocurre lo mismo con la ordenación del territorio?
–Pues es algo cercano y necesario y la Junta pretende con ella prestar mejores servicios a los ciudadanos. El fin último es el ciudadano.
–¿Qué puede suponer para un pequeño municipio o una entidad local menor la ordenación que promueve la Junta?
–Algo positivo, porque la finalidad de la reforma es hacer que esos municipios o entidades sean sostenibles y puedan pervivir prestando unos servicios a sus ciudadanos.
–Usando el argumento contrario, ¿sin la ordenación autonómica estos municipios lo tendrían difícil para pervivir?
–Hombre, los momentos que vivimos ahora son complicados... Lo que hacemos es tratar de que esas situaciones (los requisitos de estabilidad presupuestaria) afecten lo menos posible a los ciudadanos. Para ello ponemos herramientas en manos de las entidades locales para que las utilicen, si quieren, como son las mancomunidades de interés general.
–¿Puede explicar qué es una unidad básica de ordenación y qué papel juegan las mancomunidades en la ordenación de la Junta?
–Son cosas diferentes. Una unidad básica es una medida de ordenación del territorio que trata de ordenar ese territorio, que se conformará en el futuro, según unos requisitos y características. Una vez que está esa unidad básica, los municipios que forma parte de ella pueden asociarse voluntariamente y constituir una mancomunidad. Esa mancomunidad ya es para prestar servicios.
–¿Debe temer un vecino de un pueblo, pongamos que de 300 habitantes, que se imponga un alcalde desde las alturas?
–No, para nada. Elegirán a su alcalde como hasta ahora.
–¿Y cómo ve el futuro de las pedanías? La ordenación de la Junta y la reforma del Gobierno central han generado fuerte inquietud en las entidades locales menores.
–Yo hablo del proyecto aprobado por la Junta y están contempladas y recogidas de forma expresa. Hay un capítulo dedicado a ellas. En Castilla y León las entidades locales, como los municipios, seguirán existiendo.
–La ordenación regional coincide con una reforma administrativa promovida por el Gobierno central. La Junta ha reconocido que puede dejar sin funciones a 2.233 municipios. ¿Se han visto sorprendidos desagradablemente?
–Estamos defendiendo los intereses de esta comunidad autónoma y de los ciudadanos de Castilla y León. Creo que no hay que ponerle calificativos. Si las normas que se elaboran por el Gobierno central protegen los intereses de nuestros ciudadanos, nos parecen bien. Si encontramos alguna deficiencia, lo decimos. Eso es lo que hemos hecho, hemos mandado un informe al ministerio diciendo de forma clara y contundente qué cosas veíamos que eran claramente mejorables.
–¿Confían en que el Gobierno escuche a la Junta?
–Pienso que el ministerio tendrá en cuenta lo dicho por las comunidades. Nosotros no nos oponemos a esta norma, pero queremos aportar lo que entendemos desde la Junta que interesa a la comunidad. Pienso que sí, que lo tendrá.
–¿Qué es lo que más recelos provoca entre los alcaldes y concejales del modelo autonómico?
–Yo no he visto, y son bastante años los que llevo trabajando, una ley a la que se haya dado tanta participación, tanta audiencia y se haya explicado tanto como esta. Se han recogido cosas que han enriquecido la norma y lo vamos a seguir haciendo. Lo desconocido siempre genera suspicacia. En noviembre de 2011 preguntaban si iban a desaparecer municipios. Ahora no existe duda en ningún pueblo sobre eso.
–Entre los reticentes ha habido cargos públicos significados, caso de presidentes de Diputación, que no compartían el proyecto.
–Para eso estamos nosotros, para explicarlo y tener en cuenta sus observaciones. Es un proyecto de todos que ha salido enriquecido.
–Vamos, que les han convencido.
–Creo que sí.
–¿En esa multitud de reuniones en las que ustedes han participado se ha encontrado con mucho municipalista de boquilla?
–De boquilla hablan personas en todos los sectores de la vida.
–Ahí lo deja.
–Sí.
–Una de las diferencias con la oposición está en el papel de las diputaciones. Ustedes apuestan decididamente por ellas, ¿por qué?
–Con el 76% de los municipios con menos de 500 habitantes creemos que la labor de las diputaciones es fundamental.
–¿No se solapan con las delegaciones territoriales de la Junta?
–Ahora mismo las funciones son diferentes.
–Promueven una unión voluntaria de municipios, pero incentivada. ¿Con qué incentivos? ¿Puede entenderse como discriminación hacia quien no quiere asociarse?
–Para nada. ¿Qué significa incentivar? Hombre, si nosotros entendemos que esas mancomunidades de interés general, respetando su autonomía local, son una herramienta que ponemos en manos de los municipios y que van a ser beneficiosas, si hacemos esto, pretendemos incentivarlo, apostamos por ello porque creemos que es lo mejor. Lo hacen todos los gobiernos.
–Persiguen ofrecer a los ciudadanos del medio rural los mismos servicios independientemente de donde residan, ¿cómo encaja ahí, por ejemplo, el cierre de consultorios para urgencias nocturnas en comarcas como Las Arribes?
–La Junta ha hecho un esfuerzo importante por el medio rural. Castilla y León tiene en Atención Primaria las mejores ratios de españa y el 68% están en el medio rural. Hay 171 centros rurales con urgencias 24 horas, y sumando todo el personal hablamos de 742 profesionales que prestan servicio cada noche en el medio rural. Todo es susceptible de opinión y los ciudadanos siempre queremos más, pero esos datos son significativos de la importancia que la Junta da al medio rural.
–La autonomía municipal y la orientación de obras de las diputaciones han dejado una geografía plagada de pueblos con frontón o piscina infrautilizados. ¿Se aprende del error?
–Se ve con otra perspectiva. Los españoles vemos con otra perspectiva todo. El caso es que están ahí, hay que darles un buen uso, el mejor, el más rentable y cuidarlo muchísimo.
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