Diario de León, 4/5/2013.- Las entidades locales menores están amenazadas de muerte. De eso casi nadie tiene duda, se esté a favor o en contra de que así sea. Pero son muchos los movimientos iniciados para salva rlas y destacar sus valores. Ya está en marcha una estrategia que quizá sea la más ambiciosa: basándose en la historia y el valor etnográfico y social de las juntas vecinales, y en concreto de sus concejos vecinales, se están empezando a dar los primeros pasos para solicitar la protección que conllevaría ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Se trata de una figura que suena grandilocuente pero no parece descabellada. La senda en la provincia de León ya está abierta: existe una tramitación en curso para convertir en Patrimonio de la Humanidad intangible la tradición oral leonesa del filandón, esa otra manifestación cultural de transmisión oral que sin los pueblos no tendría sentido.
A mediados del pasado mes de abril se firmó un convenio entre la Confederación Española de Centros y Clubes Unesco, la Asociación Cultural Faceira, activa luchadora a favor de las pedanías, Bambara Zinema y la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, para reunir la documentación que sirva para presentar la solicitud ante la Unesco en París aprovechando la realización de un documental (‘La voz del concejo’) que ya está en fase de producción.
Las firmantes de este convenio fueron Rosa María Juárez Fernández, presidenta de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia; Silvia Martínez Cantón, presidenta de la Confederación Española de Centros y Clubes Unesco; Isabel Medarde Oliden, representante de la Productora Bambara Zinema; y Mª Teresa García Montes, representante de la Asociación Cultural Faceira, que cuenta como historiadora especialista en patrimonio material e inmaterial, con el asesoramiento de Ricardo Chao, historiador, medievalista y conocido divulgador de la Historia de León, y Nicolás Bartolomé Pérez, abogado y estudioso del derecho consuetudinario leonés.
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