Leonoticias.com, 28/7/2012, Luis V. Huerga.- El Archivo Histórico Provincial de León guarda los privilegios, con siglos de historia, que reyes como Alfonso X, Carlos I o Fernando VII concedieron a las villas a lo largo de la historia.
Hace cientos de años, en una villa leonesa, cuyo nombre no ha trascendido, una mujer, muy joven, se quedó embarazada. Nadie sabía exactamente quién podría ser el padre de la criatura, por lo que, en aquel contexto histórico, la junta vecinal que regía el lugar entró a dirimir el asunto. En un documento en el que se profieren insultos y acusaciones hacia la mujer por su supuesta promiscuidad, se recoge que la propia junta decidió, de acuerdo con todos los vecinos, encargarse de la tutela del menor e infringir castigo a la madre prematura. La junta se quedó “con la competencia” del bebé, que pasó a ser un “niño comunal”.
Los siglos de historia de las juntas vecinales en León, la provincia española que alberga a un tercio de las más de 3.000 que existen en España, deja casos curiosos como éste que, sin embargo, no son más que ejemplos del papel que han ejercido durante todo este tiempo. Se regula la convivencia entre vecinos, entre territorios aledaños y se contempla la forma de gestionar bienes naturales, como terrenos para el pasto, montes o ríos. Esa es la base de la filosofía de estas pequeñas entidades, ahora de actualidad, cuya historia se remonta a épocas anteriores a los Reyes Católicos.
El Archivo Histórico Provincial de León recoge algunos de esos antiguos documentos, algunos de ellos con más de 500 años de historia. Otros, se encuentran en las propias pedanías, aunque muchos de ellos, con los cambios de los responsables al frente, se han extraviado. “Algunos documentos se pierden porque se piensa que no tienen importancia, pero a lo mejor ese inventario de patrimonio puede servir para la defensa de los intereses de los vecinos”, explica la directora del archivo, Eva Merino.
Por la vida próspera de las villas
El ministro de Hacienda y Hacienda, Cristóbal Montoro, sugirió que estas juntas vecinales podrían desaparecer para ahorrar gastos, dentro de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Pública. Sin embargo, los derechos de estas entidades se remontan a siglos de historia y han sido avaladas durante años por los monarcas que han regido el país, desde Alfonso X, el primer rey del que se conoce que realizó este tipo de documentos, hasta los siglos XVIII o XIX, cuando esta tradición dejó de mantener continuidad.
Portilla de la Teina, Valduvieco, Taranilla, Valverde de la Sierra, Besande… son algunos de los lugares de donde provienen privilegios concedidos por 'austrias' y 'borbones' en épocas pasadas y que se encuentran en este archivo.
Las villas, para promocionar la agricultura y la ganadería y, en definitiva, la vida próspera de estos lugares, la mayoría de ellos ubicados en zonas de difícil acceso y comunicación, solicitaban a los reyes determinados privilegios, como exenciones fiscales para fijar población o el uso público de determinados terrenos. En función del dinero que la junta se pudiera gastar, el resultado de la concesión de esas dispensas se podría configurar, incluso, en pergaminos avalados por regios sellos de plomo encordados con hilo de seda.
“Las juntas vecinales que lo han conservado tienen ahí sus derechos y, en muchos casos, esta documentación sobre apeos o deslindes de montes de utilidad pública, son cosas que ahora mismo, les resultan importantes”, comenta Merino, quien asegura que estos textos, a pesar de su antigüedad, tienen “base legal” porque “son documentos firmados por el rey como un privilegio donde se reconoce algo y para el buen gobierno de la villa”. Por ello, “si no han sido derogados, porque los privilegios también se pueden perder, ahora mismo tendían el mismo valor que, por ejemplo, la época de Carlos I”.
"Pueden hacer valer sus derechos"
Sobre esa base legal a base de privilegios reales se configuró, posteriormente, el reconocimiento jurídico bajo la denominación de juntas vecinales. “En estos textos, el término junta vecinal no viene recogido expresamente, pero sí se reconoce el derecho de los vecinos sobre su patrimonio. Los que han conservado su documentación, pueden hacer valer los derechos porque ahí están sus apeos, sus deslindes y sus bienes comunales”, señala la directora del Archivo Histórico Provincial de León.
Este lugar, como punto en el que se documenta y conservan todo tipo de documentos públicos guarda algunos de estos tesoros que, debido a la polémica surgida sobre la posibilidad de la desaparición de las juntas vecinales, ahora recuperan protagonismo. Muchos de esos privilegios del rey se han pedido con el paso del tiempo, aunque en el archivo permanecen visibles para su consulta y para que León pueda tener un punto de referencia sobre el origen de su historia, también en el ámbito administrativo.
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