La Crónica de León,E.F.G. / 27/7/2012. El secretario general de UPL explicó ayer que frente al nuevo modelo territorial que prepara la Junta de Castilla y León su postura pasa por apostar por unas diputaciones provinciales fuertes, mantener las juntas vecinales y suprimir las mancomunidades, cuyas competencias, subrayó Javier Chamorro, son prácticamente las mismas que las que tendrán los nuevos distritos.
“Consideramos que se trata de una torpeza más de la Junta en materia de ordenación territorial. Pretender añadir los Distritos de Interés Comunitario al elenco de administraciones que actualmente existen en la comunidad autónoma no hace sino restar eficiencia y duplicar gastos o, en el mejor de los casos, mantener los ya existentes a pesar de ser innecesarios en el actual contexto económico”, argumentó el líder leonesista.
Las mancomunidades, insistió, sólo han servido para desempeñar algún servicio aislado de los que son competentes los ayuntamientos, para que haya una nueva estructura burocrática y política, creando nuevas administraciones fuertemente endeudadas a la vez que para abrir nuevos frentes políticos a nivel comarcal.
Además, lamenta que justo cuando el Gobierno de España apuesta por eliminar esas administraciones “dotando al sistema de un poco de eficacia y cordura”, la Junta revitalice esa figura “con un nombre nuevo pero con las mismas patologías”. La UPL, insistió, propone un modelo de diputaciones fuertes que desempeñen las funciones que les confiere la legislación vigente en materia de régimen local, y que de ser desempeñadas harían innecesaria la creación de nuevas administraciones “o pseudoadministraciones”.
A juicio de la UPL, la Junta de Castilla y León debería centrarse en desarrollar la Legislación Básica del Estado en aquellas materias que realmente lo necesitan, como el desarrollo legislativo de las Juntas Vecinales, “que son parte esencial de nuestra historia”, en lugar de crear nuevas administraciones.
Los leonesistas, añadió, no entiendenpor qué la Junta se inmiscuye en la legislación básica del Estado, que establece cuáles son las administraciones posibles, creando nuevos entes cuando no es capaz de desarrollar los existentes, no les dota de medios para el ejercicio de sus competencias o les añade otras impropias impidiendo que lleven a cabo las propias.
“Y no entendemos por qué se inmiscuye teniendo en cuenta que el Estado cada día dice una cosa sin contar con nadie, ni siquiera con los miembros de su propio partido en León o en Castilla”, concluyó el dirigente leonesista.
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