Ileon, 20/9/2012.- El primer paso será la convocatoria de asambleas o concejos en cada una de las seis localidades, para transmitir a los vecinos el grave problema que la supresión de las pedanías tendría.
La totalidad de las juntas vecinales de las localidades del municipio de Fabero acordaron este martes en una reunión declararse unánimemente en contra de los planes del Gobierno central de suprimir estas entidades locales menores, así como iniciar una campaña de información y recogida de firmas entre los vecinos de los seis pueblos como forma de lucha por el mantenimiento de las mismas.
Presidentes y vocales de las pedanías de Bárcena de la Abadía, Fabero, Fontoria, Lillo, Otero de Naraguantes y San Pedro de Paradela mantuvieron una asamblea para analizar el anteproyecto de Ley del Gobierno y concluyeron que la desaparición de las juntas vecinales causará un serio perjuicio a los pueblos, a su patrimonio y a la gestión de los mismos hasta ahora realizada.
Por eso, acordaron una serie de medidas para presionar en la medida de lo posible a favor de su mantenimiento. El primer paso será la convocatoria de asambleas o concejos en cada una de las seis localidades, para transmitir a los vecinos el grave problema que la supresión de las pedanías tendría.
Los representantes de estas entidades, históricamente responsables de la gestión y el óptimo rendimiento de montes, pastizales, cotos de caza, riegos, etc., lanzan un "llamamiento a la población" para que secunden su protesta por esta pretensión gubernamental, participando en esas reuniones y sumando sus firmas para intentar conseguir que el Gobierno reconsidere una decisión "injusta y muy poco razonable".
Se trata de defender con todos los medios al alcance la idea de que, como siempre ha ocurrido, las pedanías "gestionan sus bienes de manera que ningún ayuntamiento ni nadie sería capaz de mejorar", resume Eugenio Neira, portavoz de las pedanías.
Las entidades locales menores determinaron un calendario de "fechas inmediatas" para las reuniones informativas y la recogida de apoyos por escrito, confiando en que la presión vecinal se sume a su oposición a una medida "que resultará muy negativa para nuestros pueblos".
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