La Crónica de León, 9/9/2012.- Como cifra macroeconómica puede que no sea muy significativa, pero los más de 32 millones de euros anuales que generan las juntas vecinales de León, repartidos entre los acuciados municipios de la provincia, es una cantidad nada desdeñable que puede arreglar más de un presupuesto municipal. Entre los 211 ayuntamientos que hay en León, correspondería a 142.000 euros de ingresos extra por municipio y año.
Quizá sea ésta, junto al periodo vacacional, una de las claves para entender la casi nula respuesta que ha obtenido la propuesta del Gobierno para suprimir las pedanías y que sus bienessean absorbidos por los respectivos ayuntamientos. Son éstos sus principales beneficiados. Salvo la creación de, hasta el momento, cuatro plataformas comarcales contrarias a la medida y el germen de una federación provincial, el movimiento ha sido mínimo para una provincia que concentra un tercio (1.234) de todas la entidades locales menores de España (3.725). Sobre todo, teniendo en cuenta que se enfrentan nada menos que a su posible desaparición.
Como toda estadística, la cifra de 32 millones de euros que presupuestan cada año las juntas vecinales leonesas sólo pretende acercarse a la realidad, pero no logra reflejarla por completo. Una realidad muy compleja, con más de un millar de entidades que, además, en un 70% de los casos no presentan ningún tipo de cuentas. La que hoy ofrece este periódico procede de la Asociación Provincial de Juntas Vecinales, constituida en junio de 2008.
26.000 euros por pedanía
Esta asociación ha calculado un presupuesto medio por pedanía de cerca de 26.000 euros. Para ello, ha seleccionado al azar 118 entidades menores de la provincia con las cantidades consignadas en su presupuesto para este año y que se han publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Son casi la mitad de las alrededor de 400 que anualmente cumplen con este precepto legal y el 10% del total.
Así, según este elenco de 181 pedanías, pueden encontrarse casos como los de San Pedro Castañero, Villasabariego o Benamariel, que superan los 100.000 euros. O los de Tabuyo del Monte (ahora castigado por el incendio de Castrocontrigo), Trobajo del Cerecedo, Caín o Santa Marina de Valdeón, que se acerca a los 200.000 euros anuales de ingresos.
Trobajo del Cerecedo, por ejemplo, es una de las excepciones más destacadas. Este año ha consignado un presupuesto de 194.794,06 euros. El en capítulo de ingresos llaman la atención los 104.000 euros de “tasas y otros ingresos” y en el de gastos los 89.205 para la “remuneración de personal laboral”. La pedanía de León es una de las pocas de la provincia que tiene personal a su cargo, junto con Navatejera. Esta última, por cierto, también es de las pocas que cuenta con una deuda tan abultada: 3,5 millones de euros.
En el caso contrario, se encuentran juntas vecinales como Alcuetas, Getino o San Emiliano, que no llegan a 5.000 euros. La de Destriana ha presupuestado este año una actividad de 300 euros.
Pero si resulta difícil calcular un presupuesto total para las 1.234 juntas vecinales de León, dar una cifra sobre el patrimonio que atesoran, que también podría pasar a los ayuntamientos, es sencillamente imposible. El secretario de la Asociación de Juntas Vecinales, Miguel Ángel Vicente López, precisa que la inmensa mayoría de los bienes de las pedanías procede de la propiedad o de la gestión de terrenos comunales. “Los pueblos de montaña no son propietarios de los montes de utilidad pública, que son todos los de la provincia salvo poquísimas excepciones. Antes eran del Estado y ahora las competencias son de la Junta de Castilla y León, que es la que tributa por ellos. Pero su gestión y aprovechamiento sí es de las entidades locales menores”, explica López, que agrega que la explotación forestal, los pastos, la caza o los aprovechamientos micológicos son los que, en definitiva, generan dinero. A los antiguos usos se han venido a sumar ahora, por ejemplo,las instalaciones de parques eólicos o de energía solar, que se añaden a otras ocupaciones tradicionales como la minería.
Chopos en la ribera
En el caso de las pedanías del llano, las juntas vecinales sí son propietarias de los terrenos comunales. Aquí, la estrella es el chopo. No en vano, las riberas de León son las principales productora de España de este tipo de madera y el Esla presenta la mayor concentración de Europa de este árbol. Ello permite una fórmula regular de golosos ingresos para muchas pedanías.
Así, las cuentas corrientes de las juntas vecinales de León estarán mejor o peor dotadas en función de los ingresos que han ido obteniendo durante años y de la gestión que hayan hecho de los mismos. Con el habitual bajo nivel de gastos ya que, en la mayoría de ellas, sus responsables no cobran ni dietas, ni tienen personal a su cargo, ni deudas crediticias, el capital acumulado puede ser considerable. A 32 millones por año, la suma da 320 millones en sólo una década.
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