El Comercio, 6/10/2012.- La Junta General aprobó ayer, con la oposición únicamente del PP, el mantenimiento de las parroquias rurales asturianas después de que el Gobierno central planteara la supresión de las denominadas entidades locales menores a través de la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local. La iniciativa, presentada por Izquierda Unida, pretende escenificar el rechazo a los planteamientos del Ejecutivo popular que, según la coalición, «bajo el falso pretexto del ahorro quiere eliminar las parroquias y pedanías». La diputada de IU Marta Pulgar aseguró que estas entidades locales han demostrado que no son un problema económico -han presentado este año un balance positivo de un millón de euros- y ofrecen importantes servicios a sus vecinos.
El PP, en este caso, tuvo que remar contracorriente y defender la iniciativa del Gobierno central. El parlamentario Matías Rodríguez Feito acusó a IU de promover una iniciativa «incendiaria» y lamentó que el debate sobre la reforma del marco local se centre en la continuidad o no de las parroquias rurales. El diputado popular insta a los grupos a presentar iniciativas en el tramite ordinario del Congreso «que es donde deben presentarse alegaciones y no en esta Cámara», apostilló. No quedó ahí la crítica popular que defendió el texto planteado por el Ejecutivo central y que busca, según sus palabras, evitar duplicidades y racionalizar la estructura administrativa.
Reflexiones estas que fueron recibidas por reproches por el grupo socialista. La diputada Adriana Lastra afeó a los populares que recurran a un discurso «simplón» y les remitió, al hilo de la reforma del régimen local, a la opinión de los alcaldes populares asturianos. «Pregúnteles que piensan», espetó Lastra a la bancada popular.
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